Justos por pecadores
- sergiriau
- 2 oct
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Leo con interés, artículos como el que adjunto sobre la práctica de negociar en los convenios el complemento salarial como solución al incremento galopante del absentismo laboral.
Como experto en la materia, no puedo negar que la existencia del complemento reduce en ocasiones el absentismo, pero como ferviente defensor del estado de bienestar (frente a modelos menos protectores como el anglosajón), me revelo en que este tipo de soluciones implique que paguen justos por pecadores.
Todos podemos estar de acuerdo que, si una persona tiene un problema cardiológico, oncológico o un politraumatismo, entenderemos tanto la ausencia como la necesidad de no impactar en su remuneración para que pueda centrarse en su recuperación y no en su economía.
Estas medidas de negociar la eliminación del complemento en los convenios se dirigen a la siempre sospechosa ausencia evitable, que haberlas hay las, pero que cuando se profundiza, son bien pocas las que se dan o explican.
Existe abuso, probablemente como de cualquier derecho social, pero el problema no es el abuso, ni tan siquiera el proceso, sino el control del mismo. Un médico debe ser responsable de conceder una prestación social, pero parece que no va con ellos (problema de competencia), la demora del sistema público de salud es una realidad, la inspección médica puede contener el abuso, pero no tiene recursos para el crecimiento exponencial de bajas, el INSS demora en definir procesos de bajas más allá de los 18 meses o rechaza incapacidades permanentes de libro, tampoco nunca existe una consecuencia para una persona trabajadora que abusa del sistema, o no olvidemos que las empresas invierten en salud en la empresa sin enfocar a problemas reales, etc..
Para cuando medidas concretas globales que resuelvan globalmente el problema como el incremento sustancial de unidades de inspección médica con objetivos, criterios y ratios comprobables, o para cuando análisis de historial médico de bajas por parte de los médicos antes de decidir la baja, o la responsabilidad del médico cuando se dé una alta por inspección, o la obligatoriedad de un médico del sistema público de salud a aceptar una prueba de fuera del sistema, o la responsabilidad económica de una persona trabajadora cuando se da de alta por inspección o se le despide por fraude mientras ha estado cobrando una prestación social pagada por todos, o para cuando se hará una norma que el INSS deba resolver con mayor agilidad sin esperar a incapacidades obvias durante más de 12 meses, etc… Son medidas globales, fáciles y con un resultado directo.
No olvidemos también que las empresas empiecen a invertir en salud real de las personas trabajadoras, y no en marketing interno (no olvidéis el art. 20.4 del ET).
Porque en fondo quieres decir que eres una empresa saludable, o quieres serlo realmente.




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