Es la economía

En la campaña electoral de 1992, Bill Clinton popularizó el eslogan de “la economía, estúpido” para rebatir las políticas de George Bush, y competir para la presidencia de los EEUU que finalmente alcanzó.

Cuando pensamos en empresa saludable siempre pensamos en el retorno en términos de reducción de costes, por ejemplo, de absentismo, o de rotación, o de formación, o en las mejoras de ingresos que pueden representar un incremento de la productividad o de la satisfacción del cliente, y sin duda son una importante palanca para invertir en empresa saludable.

Pero cuando pregunto a mis interlocutores:

• ¿Quieres mejorar el absentismo?

• ¿Quieres implantar un modelo de empresa saludable para mejorar la salud de tus empleados?,

• y dime, ¿Con qué presupuesto cuentas?

Tras dos “Si” rotundos, se crea un silencio sospechoso…

• ¿Cómo que qué presupuesto tengo para mejorar el absentismo y la salud de la empresa?

Es la economía, sí, la economía.

Mucho se habla de la implicación de la dirección como parte de cualquier proyecto de empresa saludable, incluso se debate sobre la importancia y el interés en hacerlo público por ejemplo adhiriéndose a la declaración de Luxemburgo, pero

¿Qué manera más clara de implicación de la dirección que definiendo un presupuesto suficiente para llevarlo a cabo?

Porque si fuera de otra forma, ¿qué debería pensar un director general al que su director de RRHH le dice que puede bajar el absentismo un 20%, y que para ello no necesita nada para invertir?

Quizás yo sea muy radical, pero si has dejado que el absentismo suba hasta el 10% y puedes bajarlo al 8% sin ningún tipo de inversión, quizás alguien se enfade y deba despedirte, pues no podemos olvidar que pasar del 8% al 10% acaba representando un trauma para muchas personas trabajadoras, muchos mandos intermedios, muchos clientes, etc…

Y tú, ¿Con qué presupuesto cuentas ya?

Porque en el fondo ¿Queremos decir que nuestra empresa es saludable o realmente queremos serlo?

¿Cuál crees que es la mayor barrera para que una empresa invierta en un programa de empresa saludable?

• Falta de presupuesto.
• Falta de compromiso de la dirección.
• Escasa concienciación sobre los beneficios a largo plazo.
• Falta de conocimiento o estructura para implementar programa